Descripción de la imagen: Paulette Dieterlen, profesora, de unos 70 años, en discusión en una sala de seminarios, mirando hacia la izquierda con la palma derecha apoyada sobre la mesa y el brazo izquierdo extendido frente a ella. Una pequeña lata metálica con mentas y una botella de agua de plástico se encuentran sobre la mesa frente a ella. A través de las ventanas detrás de ella, se ve desdibujado un jardín interior.
Image: Paulette Dieterlen, a professor, around 70 years old, engaged in discussion in a seminar room, facing left with her right palm flat on the table and her left arm extended in front of her, towards her interlocutor. A metal tin can of mints and a plastic water bottle sit on the table in front of her.
Hay tres mecanismos principales para distribuir bienes:
- El mercado (no sólo el sistema de compra-venta, sino también los regalos, el trueque, las subastas, etc.)
- Las necesidades.
- El mérito
La pregunta filosófica es ¿cuando es adecuado apelar a uno u otro? y hace unos minutos tuve el enorme placer de escuchar a Paulette Dieterlen dar un seminario sobre este tan importante tema.
Tradicionalmente se piensa que los lujos están bien distribuidos por el mercado, pero que los bienes de salud deberían distribuirse por las necesidades, y que el acceso al ejercicio de ciertas actividades, como la medicina, debería distribuirse a través de mecanismos de verificación de mérito. Pero, ¿cuál es la regla general detrás de estas convicciones?
Según Dieterlen, para responder esta pregunta es importante, por un lado,
- entender el funcionamiento, virtudes y limitaciones de cada mecanismo – de ahí la importancia de la economía como disciplina descriptiva – y, por el otro,
- entender los diferentes tipos de bienes que queremos distribuir – de ahí la importancia de la ética.
Sólo así podemos determinar qué tipo de mecanismo es adecuado para qué tipo de bien.
Idealmente, distribuir un tipo de bien a través de un mecanismo debería de ser eficiente y justo.
Un método de distribución puede ser injusto por por lo menos una de dos razones:
- o bien porque genera distribuciones desiguales nocivas, por ejemplo, porque genera pobreza,
- o bien porque devalúa/sobrevalora cierto bien – por ejemplo, vulnerando su dignidad. Según ella, “los mercados no sólo distribuyen; también expresan y promueven ciertas actitudes sobre los bienes que se intercambian.”
Dieterlen señala que una diferencia importante de estos tres mecanismos es que el mercado es avasallante, es decir, sin intervención el mercado se insertará en cualquier espacio de distribución, mientras que los otros dos mecanismos requieren mayor intervención de alguna autoridad u otra fuerza externa. Esto afecta su eficiencia, pero también la urgencia de responder esta pregunta y actuar en consonancia con dicha respuesta.
Nótese que cada uno de los tres mecanismos son reductivos, en tanto reducen el problema de cómo distribuir cierto bien a cómo está ya distribuido otro tipo de bien, que de esta manera se vuelve mas fundamental que el bien que se distribuye, ya sea el dinero, la necesidad o el mérito. Sin embargo, comúnmente se piense que la subordinación de un bien al dinero tiene el riesgo de corromper el bien de una manera que apelar a la necesidad o al mérito no, lo cual es otro aspecto del fenómeno que aún me queda muy oscuro.
Pueden ver el vídeo de su conferencia en el siguiente vínculo:
https://youtu.be/Q_8BJnXI7bQ